Yo soy leyenda. |
El escritor condena.
por Julio Bravo
en memoria de Carlos Fuentes.
El escritor condena que, ¡no debería gobernarse desde la ignorancia! y, asimismo perdona que su libro y su nombre se desconozcan. Su calidad humana, su entrega para con la verdad; lo enternece y acepta con humildad que no por todos debería ser leído. Pero la realidad es otra, pretende castigar, ante el hecho del otro, la carencia de sinceridad. Lo palpable está, en que la comunicación cotidiana entre individuos, el uso de la mentira sea la conversación viable, el mito; la plena exageración, son síntomas de ese supuesto saber a certeza, y, genera como resultado un egocentrismo desmedido, una ligera pretensión para quedar bien; siendo así, la muestra fehaciente de una enmascarada inteligencia con abortos de superioridad. Se convierte en el vínculo que inserta la ignorancia en contra del conocimiento. El caso de Peña Nieto, en la FIL Guadalajara, demuestra el carácter del ignorante; ante el ridículo sucede el temor, el nerviosismo de semejar ineptitud. Estamos ante el reflejo de la mayoría. Pero esto debe ser erradicado y concebido…, sumamente reflexionado. Tengamos ubicado para siempre que lo más importante para una persona, y, de paso, para su país, es la obtención de un conocimiento vital, sin exageraciones es de “vida o muerte”. ¡¡Derecho a la educación!! Un grito que no debe vacilar en los adentros de nosotros, un alarido que debe ser, una obligación sana y ciudadana. Derecho humano necesario, total y tajante. Ahora bien, la concientización de nuestra propia ignorancia, tiene que ser reconocida.
La censura, los intereses de poder de los más altos; la constante manipulación de los masivos medios de comunicación, siempre, han gozado de un caminar sin obstáculos y seguro, debido a que la ignorancia nos impide distinguir los motivos reales con los que este tipo de gente vienen trabajando por centenares de años. La historia del mundo una y otra vez, nos ofrece el relato sórdido y cruel de aquellos que, en la impunidad han realizado las más grandes fechorías. Pero esto tiene un límite, es el momento propicio de despertar. Terminar con la repetición de accidentes, de sucesos desafortunados, que para lo único que sirven es para mermar y aniquilar las esperanzas de un pueblo, de una nación que se sumerge en el fango. Ejemplos de victoria ante el opresor, existen muchísimos; la emancipación del hombre no es un cuento épico del ayer. Es una realidad tangible y reconfortante. “Levántate y lucha” es el lema. No temas y triunfaras; qué más tendría que decirte, aquel que quiere contemplarte libre. Alégrate que hoy tengamos la palabra y el sueño. La revolución no es con armas, la revolución es de las ideas. El escritor Carlos Fuentes en las últimas entrevistas que dio, afirmo que ninguno de los candidatos a la presidencia de México merecía vencer. Por simples conclusiones, la verdad es que estos personajes caricaturescos, jamás han estado a la altura de poder siquiera, resolver los problemas presentes del país. Su calidad política decae por si sola… son marionetas burlescas, de un Estado corrompido, de una democracia muerta desde su gestación. El disfraz es muy grande para ellos, y ha terminado por quedarles grande. Quizá para este primero de julio, debamos mirar hacia atrás, cuestionarnos lo que nunca ha cambiado. Lo que merecemos por fuerza para el día de mañana.
Pensemos, no en un vencedor que nos agrade, sino qué necesitamos :un presidente, un ciudadano, un vecino, un amigo; una novia, una abuela, un maestro; seres
sensatos que reconozcan fallas y logros, que estén dispuestos a superarse a sí mismos, sin trabas y contradicciones. Necesitamos un ser lleno de entusiasmo que sienta fatiga, pero que nunca diga me doy por vencido. Cuando el acto de humanidad madura nada es cosa superflua. Las decisiones se toman por sentado, con la cabeza fría. Desalojemos las pasiones, concienticemos con firmeza. Algo que jamás debe pasarse por alto es, el fanatismo. Cero idealización melosa. La cumbre no es tributo acaramelado. “Cambio” y “conciencia” no pueden convertirse en un dulce que engañe la necesidad de alimento. Sí, las luchas a favor de la desmilitarización, a favor de la marihuana, en contra del totalitarismo y el engaño, son casi perfectas. Por lo mismo hay que pactar estrategias, reforzar el ideal; con sumo respeto, con sosegada responsabilidad. No pretender afincarse en la arrogancia es tarea de cajón, que no gane el calor de la anhelada gloria. La victoria total es lejana mas nunca imposible. El territorio de hoy aparece fecundo para un cambio nítido, justo… real. Las agallas se tienen y los ojos están abiertos, lo primordial ahora es reconocernos, aún mayormente; es decir que, el mutuo reconocimiento, nos permita encontrar una conexión de géneros. Reconsiderando posturas, mejorar esquemas y estructuras, un examen solido de los alcances e ideas que pretendemos, nos dará consistencia en cualquier movimiento, manifestación y postura. Excelente será el día en que el combate se reparta como un indispensable bien común. Repito, no necesitamos vanagloria, aunque si orgullo. El gigante por fin ha sangrado y con eso basta, pronto tendrá derrame y, entonces, abatido caerá sin reparo. Continuar es obligación; “ideología soberana”. Abre tu mirada desmesuradamente, momento ya de desempolvar lo que los genios nos brindaron.
Para presentar una cama esplendida, hasta los cajones tienen que estar limpios. El cuerpo se lava de la cabeza a los pies; veras, con suavidad escurrirá la mugre. La mentalidad comienza en la parte alta de nuestro cuerpo, por eso y más, todo es motivo de reconsideración. Si tenemos la certeza de que existen fisuras en cualquier tratado y pensamiento; permanecer de brazados cruzados es ¡traición!, los errores y la vacilación, serán tomadas de inmediato por el impostor, y puede, sin duda, que estas derriben la verdad. Claridad como ejecución de toda reacción pensante, aceptémoslo así y obtendremos satisfactorios beneficios. El fin es el comienzo y viceversa… Uno de los primeros pasos ya avanza. Labor necesaria, seguir, repensarse; el fruto es revolución en las mentes. Hoy también conocemos lo que diariamente nos daña, contemplémoslo, para estrellarlo con una solución efectiva. Lo importante no es vencer, sino, vivir. Y vivir significa: prosperidad, armonía, bienestar, jubilo, tranquilidad, confusión, alboroto; entre riquezas y achaques, lo más valioso que tenemos es la imaginación, porque con ella hemos logrado llegar hasta aquí. “La unión hace la fuerza”, correcto. Lo más preocupante de un cambio sicológico-social en definitiva, radica en la soledad; nuestra intima soledad. Es fácil enfrentarse a algo revestido de apoyo empujado por la templanza del que figura con nosotros codo a codo, es sencillo fusilar con una escopeta. Lo difícil es enfrentar a un batallón con palabras. Para mi es preocupante la individualidad del ser, en la cuestión de que el verdadero cambio tiene y debe, anidarse en su interior, en cada uno de nosotros debemos querer el cambio, cavar profundo en la mente para que al final se conciba libre y real.
No solapemos la mediocridad de los hombres sin escrúpulos, si nuestra opinión cuenta y vale, escúpela a la cara del opresor. Toma la decisión de una vez por todas, decide redención.
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