martes, 3 de noviembre de 2015

Ojos de PanterA: Ni olvido ni silencio.

Ojos de PanterA: Ni olvido ni silencio.: Margarita Carmen Cansino interpretada por Marisol Gasé, foto por Julio Bravo. Entre muertos te recordarán. por Julio Bravo. ...

lunes, 2 de noviembre de 2015

Ni olvido ni silencio.

Margarita Carmen Cansino interpretada por Marisol Gasé, foto por Julio Bravo.

Entre muertos te recordarán.
por Julio Bravo.

El estilete de la culpa se clava hondo bajo la piel.
Sandra Lorenzano.


Flores y cantos llevaremos a los fallecidos; esperanza y justicia para los que día a día desaparecen. Oraciones con frondosas gladiolas, velas embellecidas por nardos, alimento espiritual es nuestra ofrenda. Pondremos la fotografía más hermosa del rostro amado, aquel único retrato de nuestro querido difunto. Devueltos en la memoria, podremos verlos, sentirlos; nuestros seres añorados, nuestros compañeros, nuestros amores. Todo aquello que personificaban y que por aferrado eufemismo físico incluso les alucinábamos como inmortales. Aprovechado o no el tiempo junto a ellos, podríamos ahora, re valorizarlos, jamás santificarlos, pero sí; soñarlos y hablar de sus buenas venturas, de sus tantos fracasos, veríamos al final sonreír a aquel que también con su vida formó parte de la vida.

Sandra Lorenzano, foto por Julio Bravo.
En esta nueva obra de Sandra Lorenzano, la escritora se establece desde la ética. Difunde su máxima expresión desde la sensibilidad, la palabra simple y doliente. Sandra comparte su enojo, su desazón, su tristeza y ese gran dolor que ya todos llevamos dentro. El nuevo libro de Lorenzano se vuelve inquietante, se transforma en un texto sobre la violencia despiadada contra las mujeres, se vuelve un pretexto y un símbolo para combatir el impune maltrato sobre el sexo femenino. Es a su vez, una afortunada excusa para revalidar la identidad del ser y la importancia de la memoria.

Fernando Rivera Calderón. Foto por Julio Bravo.
Sandra Lorenzano construye un libro de preguntas que desencajan, que atañen al cuello de todos y nos deja fríos. La estirpe del silencio es un libro de valores y de fuerza, inquieto juego de voces recalcitrante. Es así mismo, el triunfo de recordar la vida en su belleza, esa luz del día que se nos entrega para vivir, para experimentar y remontarnos de nostalgia apacible. También es un libro nocturno, lleno de noches de memoria lastimera, tortuosa, con esas ganas de olvidarlo todo. Acabado retrato de la crueldad, del excesivo deseo del hombre por la mujer, enfermizo testimonio de la hipocresía humana. Aquella estirpe que se nos cuenta de forma sublime, aparece como el grito silenciado de los abusos, el grito inaudible de los inocentes, aquella monstruosidad que se aprovecha de la desgracia.

Sandra y Fernando en una linda canción, foto por Julio Bravo.
Abandono, pérdida, alegría y sufrimiento son las conjugaciones que se permite la escritora en su camino de escritura. El amor y la brutalidad realizan un conjunto de fe y añoranza. El escenario se presenta múltiple, paralelo, fragmentos de historias que se tejen como el huipil de las bordadoras. Los silencios son escuchados y se llenan de amor. Esa gran estirpe de mujeres maltratadas que desde el silencio toman empoderamiento, el llanto de una es el llanto de todas, su energía de ser libres y respetadas es global. La obra alcanza un contraste de silencios que se hermanan, lo personajes con su entorno se trastocan en un sola y gran familia. Lo más importante no son los lazos de la sangre, si no los lazos del amor.

La estirpe del arte, foto por Julio Bravo.