Enrique Dunn, director y voz principal de la Orquesta y coro Perfect Roses. Foto Julio Bravo. |
La noche de todos los muertos.
Julio Bravo
En el camino del Zackbé ya vienen los descarnados; las calaveras que cimbran de felicidad, en su regreso desde el Mictlán a probar los sabores que en vida disfrutaron. Comida y mezcal, lujos mexicanos adornados en mache… la ofrenda más vistosa de toda fiesta de la mexicanidad.
Negro y rojo y una voz en la oscuridad. Foto Julio Bravo. |
Y en el abrigo de la noche del primero de noviembre, la vista se llena los ojos de calacas y otros horrores; hay ahora, una mezcla de tradición y cosa extranjera. Los niños y niñas son brujas y payasos malditos. Ya no creo en la melancolía de las viejas glorias, sin embargo, hay un rezago muy fuerte de lo que somos y en lo que ya nos convertimos, hay una identidad disfrazada que persiste en el sueño antiguo. Hoy es tiempo de dejar crecer, mirar hasta dónde nos lleva la mescolanza de culturas.
El coro de Perfect Roses. Foto Julio Bravo. |
Lo mismo de siempre en mí, el pasado y el futuro que se distorsionan en el texto que redacto en el presente, en el instante que quiebra lo detenido, es decir lo intemporal. Vago hacia la música, hacia la fusión de jóvenes artistas que sangran música, amor y dolor. No es la vez primera que escucho a Perfect Roses; ellos iniciaron andadura desde el año 2009, y esta vez, me los encuentro en su ruta de noviembre, en la noche de los difuntos. En este encuentro reciente, Perfect Roses confirma su sonido único, cargado de esa atmósfera vampírica con una orquesta que trabaja la pulcritud de sus instrumentos en la viola, el violín, el cello; potentes armas de cuerdas que se cuelan en los oídos. El coro de voces femeninas, toca cada fibra sensible del alma, todo junto con bajo, batería y guitarra encarnan éste fenómeno llamado gótico sinfónico. Así que, la madrugada poblada de monstruos; de catrinas y flores tan amarillas como el sol, orientan ese camino que no es duda, pero sí vacilación, pues hoy se está vivo y mañana toca perecer.
Él, director de Perfect Roses. Foto Julio Bravo. |
Siendo la sombra y la fotografía, hago uso del lenguaje florido de los que ya no están y en la noche de los muertos que regresan, el destino es seguir, escuchar, poner pulso al corazón y comprometerse a no desistir, aferrase a la vida que cada día nos revela que debajo de la piel somos el mismo rostro, el de la muerte con el mismo color de los huesos.
Celebrando a los difuntos. Foto por Julio Bravo. |