miércoles, 15 de mayo de 2013

Siempre feministas.

La mesa de Misógino feminista, foto por Julio Bravo.


Musical del delirio. 

por Julio Bravo.


Inflamados gatos escogiendo muros: la vez pasada sobrevino un choque de noches, si -el accidente ocurrió a oscuras; penetraba el árbol al cuerpo- la evidencia: holograma de Jaguar, se advierte como una visión que se procesa así misma, juego de ojos en un lupanar. Digo que hace dos noches fueron una sola, división arcana; evangelio incisivo. Caminé bajo una frazada vikinga, tendido de brazos de gladiolas, el aire impregnaba un olor azafranado. La verdad de todo no es precisa, ni los montones de escarabajos que siembran pistache. Ni los cachos de recuerdos huidizos, hilo de ramas. Surgía el evento, mientras unos viejos silbaban cometas de lo invisible. Cimbró la canasta cascabeles y tras tres horas de reposo, los harapos del entendimiento se disolvieron.

La presencia masculina José Luis Ibáñez, foto por Julio Bravo.
Aventuras sonríe Raúl, Elena responde con miradas que atraviesan lo solido, regresan como tornados, son los desparpajos de una memoria laxa. Poesía experimental y días de tedio. Paseo de parques y coches, voz abierta al tímpano, sombra aliteración de luces… Carlota arrancada del teatro, es mi vagar indeciso en conjunción. Pero lo poco que va marcando se narra en yuxtaposiciones. La casa de Villaurrutia sobre los ríos circulares de Rosario, ahí en el fondo; inacabable progresión de soledad. Allá los invitados rebotan en cojines de quetzal. Pretender algún asunto como equilibrio, una sola noche repartida, precisión de escuadras.  

Sandra Lorenzano, foto por Julio Bravo.
La necedad de la lógica, pone por partida la evolución del diálogo. Apretando el recuerdo subo las escaleras, visillos y piel de retinas, rumores de pasadizos. Cruzando la puerta el silencio se completa. Misógino, feminista, Monsiváis y el humor de la dama. Marta Lamas ejerce la reunión, dispone y prepara los textos de Carlos Monsiváis, -amigo cercano-, estos relacionados con la mujer, escritos que muestran la admiración de artistas y pensadoras, que van aportando ideas al feminismo, utilizando críticas y defendiendo la labor de redención en las mujeres. Conciencia nacional y pulso crítico de un país pronunciaban los labios de Poniatowska hablando de Monsiváis.

Elena Poniatiowska, foto por Julio Bravo.
Entonces ya estrujada la reminiscencia, entiendo el amor a los gatos, esa extraña simpatía entre animal y escritor, Carlos dirige sobre toda plástica que la poesía es último y primer lenguaje del hombre en civilización. El desgaste poético y su olvido, termina nublando la lengua, la sociedad cada día pierde la riqueza de las palabras para adaptarse siempre, al discurso más somero de su creatividad en el léxico.

Marta Lamas selección y prologo del libro "Misógino feminista", foto por Julio Bravo.

        
 

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