martes, 20 de noviembre de 2012

La tabla rodante.

Skate en CCH Azcapotzalco, foto por Julio Bravo.


Ruedas, trucos y asfalto. 

Por Julio Bravo. 

Aún no se acuñaba bien el nombre por aquellos tiempos, pero ya se tenía a medias, una noción del movimiento. Una temporada donde tribus urbanas coincidían en las calles poco a poco, todavía había estragos de los legendarios ochentas, en donde rockeros, punks y góticos se resistían a desocupar por un momento las calles para abrir paso a otras generaciones, con otras ideas y formas de vestir.
De panza en el tubo, foto por Julio Bravo.
Los skates en México ya contaban con algo de historia ¿cómo fue que llegaron?, no lo sé; quizá fue MTV que ya había causado sus estragos en los jóvenes de Latinoamérica; quizá algún primo de un amigo, visito Norteamérica observó patinar a unos chicos en Los Ángeles y compró una patineta, las especulaciones pueden ser tantas. Lo importante es que así se fundo un arte sobre ruedas, algo de lo más urbano que puede realizarse en una ciudad que lo ofrece todo para el patinador de hoy en día. El surf de los años 60 tomó la forma del concreto, las olas se trocaron en banquetas, la evolución de unos chicos bronceados cansados de terminar salados bajo el sol, decidieron tomar su tabla, ajustándola para el futuro.

Saltando las escaleras al vacío, foto por Julio Bravo.
Recuerdo que las marcas que existían por el país, eran Powell Peralta, para 1987 ya contaba México con su primera tienda dedicada a los patinadores el JaySkate. Aunque para ese tiempo el saketeboarding no contaba con la fuerza suficiente de más tarde. Entrados los noventa confirmaría el legado de los reyes del asfalto, la música y los videojuegos darían al skate su victoria, no hay duda que el auge de la cultura urbana de manera fusionada, permitiría que el curso de las tablas rodantes tomara su camino de realeza, todo parecía fundirse de manera muy rara, pero no podemos dejar de afirmar que así fue. El rap de 2 Live Crew, Mc Hammer, Public Enemy, Snoop Dog, 2pac, Afrika Bambaataa, Run DMC, sólo por nombrar algunos, la otra cara de la moneda se cernía sobre otra oleada de música alternativa como: Nirvana, Red Hot Chili Peppers, Bob Marley, The Clash, Sex Pistols, Pantera, todo esto le daría un lenguaje y una forma de ser. En los videojuegos no podía faltar un nombre legendario Tony Hawk para el cual Neversoft junto con Activision desarrollaron la plataforma para varías consolas del mercado, una de ellas el Playstation, los apasionados de la tabla, ya podíamos gozar de los grandes ídolos de lo que ya era un deporte mundial, las marcas pululaban para entonces y se soñaba con comprarse unos tenis DC, una gorra DVS, y por qué no una playera Osiris. Una pieza cumbre en el desarrollo de esta empresa del skateboarding en México fue, el grafiti, popularizó aún más al skate, ya se podía ver por las calles a un chico de la secundaria con su pantalón gris a cuadros, con su suéter verde haciendo ruido de latas en su mochila a toda velocidad saltando banquetas y charcos en su patineta. 

Lo demás se va escribiendo y hoy el skate tiene su lugar ganado.

50 50, un truco limpio y bien ejecutado, foto por Julio Bravo.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Todo te lloramos Chavela.

El homenaje de Chavela, foto por Julio Bravo.
 La muerte cumple años. 

Por Julio Bravo. 

Ponme la mano aquí Macorina, ponme la mano aquí… y ahí, justo en el corazón, la mano de Chavela se posa, nos atrapa. Ella la chamana, la poetisa, La Dama del Poncho Rojo, entró en casa llena. Aunque rechazada por un tiempo, con un éxito internacional en París  en Madrid, Chavela Vargas supo reponerse, combatir, finalmente México la consideraría suya. Qué no sufrió la llorona, pobre por mucho tiempo, parrandera y apasionada. Descubrió el alma verdadera de la mexicanidad, quizá por eso el pueblo no le daba su lugar de honor; quizá el estúpido ego de las masas y de las minorías, los hizo enfadar y no apreciaron lo que Chavela nos tenía para todos. Una hermosa mujer de Costa Rica era más mexicana que todas. Chavela entendió cómo cantar y hasta que beber, nada le falto, le sobraba valor, honestidad. Conquistando a viejos y jóvenes, no tendría que utilizar recursos, como mencionar en una canción, la bebida más famosa del país, o salir como una mujer, montada en un caballo dueña de una enorme hacienda en una vil novela. No, Chavela intentó lo imposible, ser naturalmente mexicana, se adaptó cada día, conoció la necesidad de la calle, probó la mínima suerte del artista.
La María Tepozteca, foto: archivo.

Murió un domingo cualquiera, ella misma lo predijo. La muerte siempre nos ofrece una lección sencilla, al ser humano debemos valorarlo todos los días, y al artista por igual como al ser amado. Si da un concierto y nos gusta, asistir es deber, si un homenaje se le rinde, hacerlo en vida es lo mejor, después ya para qué. La María Tepozteca falleció el 5 de agosto en Cuernavaca, para el día 6 un lunes en Garibaldi nuestras botellas fueron alzadas, los cantos no serían sordos, y le gritábamos a Chavela en su ataúd para que se levantara, para beber juntos la última copa.
Despedida en Garibaldi, foto por Julio Bravo.

Ante la muerte poco se puede opinar, la muerte nos rebana por completo. Lo que queda es el recuerdo, Chavela nos dice con lenguaje franco y amoroso, “yo quiero qué la gente me recuerde como una vieja loca y borracha” Qué no hacía Chavelita en esos estados, vivía el sueño, la noche entre mujeres y amigos, despertaba con el día, cantaba y bebía; el dolor y la pena eran magia, transmutaba su fragilidad en las canciones por una entereza descomunal. 

Chavela plateada, de oscuros ojos, enérgico clamor de voces, versos empotrados en las agallas del alcohol. Chavela y Lorca, luna en el reflejo del lago, siempre luna, siempre tú.

Adiós Chavela plateada, foto por Julio Bravo