lunes, 31 de diciembre de 2012

Mala María.

Tiene el trato, foto por Julio Bravo.


Purificada maldad. 

por Julio Bravo
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De España para el mundo… La Mala María. Considero que si algún día la premonición actuara en uno, como un aviso para mitificar. Desde el primer momento; sobre la imagen de María un relato con desbordes fantásticos se hubiera escrito. No obstante, algo existe hoy en día para ir revalorando el arte y la personalidad de un ser fuera de serie. El tiempo parece más justo en éste siglo, y los días de no admirar, no comprender y no respetar el “el divino o maldecido” trabajo del artista sensible va disminuyendo. Comienzo así por que creo en la falta de una buena memoria, de una buena crítica y de un buen argumento. También por la tristeza y la ignominia, que en ocasiones el ser humano provoca contra otros, sírvase para ejemplo, nombrar casos de escritores repudiados, músicos incomprendidos, actores secuestrados; en un sinfín de atrocidades mayores que sojuzgaban el humilde cuello del genio artístico, no hace falta escribir sus nombres, finalmente algunos de ellos, hoy gozan de justicia. Pero la tarea del biógrafo, del entrevistador, del investigador, permite enfrentar y reconocer al personaje que hace y hará historia.


La sílfide tornasol, foto por Julio Bravo.
“Los artistas somos un cúmulo de influencias.” Esto afirmaría La Mala Rodríguez en una lejana entrevista en sus inicios, en la revista española Hip Hop Nation. Trece años y las calles pintadas, la movida del barrio sevillano, bloques y parques emitiendo lenguajes; en la rápida articulación de la palabra terminada en rima. La pequeña María escuchaba el rap de su entorno callejero, quizá en la intimidad justamente; la hoguera de sus sueños de alcoba, aunados a la otra música –el flamenco y la canción de protesta latinoamericana- debían permear en su imaginación lo que La Mala comenzaría a escribir después. Un heraldo nocturno grazno sobre la cabeza de la adolescente María, el Cuervo es un personaje clave en la aventura artística de La Mala. El aleteo sonoro del pájaro negro y las primeras maquetas, el error como conocimiento del fallo para entender la enseñanza del primer vuelo. Como buena andaluza María decidió entregarse a la mar; aquella tendida sabana de rupias verdes, abordó el barco pirata de Espronceda y Góngora, viejos marineros transfigurados en SFDK Y La Gota que Colma, ofreciéndole el ron añejo de sus barricas reales. Éstas fueron algunas de sus primeras colaboraciones que le darían respeto, un micrófono para soltar la rabia como una arpía que pasara una temporada en el infierno. La furtiva leona que con viento en popa, sudorosa como una perra escupiera el alarido “Por mi madre que hoy, se escucha el canto de victoria.”  


Sirena ultramarina, foto por Julio Bravo.

El misterioso duende de pies colgando en el cuerno de la luna, le instiga, la convence y trepada en sus orejas le silba a María su genio rebelde. Siempre realizando las cosas a su manera y su forma La Mala reinterpreta su estilo directo de crear su rap. Busca la manera de decir las cosas, lo que siente, no tambalea. En el mundo musical de María los versos pueden escucharse muy despacito, como cuando entre la basura se busca el derecho que todos merecemos tener. Pero si grita, lo hace por dejarse caer, por dejarse querer, porque sabe, exige del otro la transparencia, cuando uno mismo es una fiera no se tiene nada que perder y la sangre nos da tirones para pedir la verdad.



El hada verde, foto por Julio Bravo.
“Lo mejor de la música es el “aroma” que te deja después de escucharla.” La cocinera de nuestros mejores platos, La Mala cocina con especias y especies, sazona su comida sobresalientemente. Con mucho potaje nos alimenta, sabiendo que lo fácil cae ligero. El malamarismo de La Mala Rodríguez; de una híbrida mujer lagarto dotada de un oído y un ojo, incisivamente critico, fluyen en el proceso de su creación, entiende que en base de respeto y la confianza con sus colaboradores fraguará un disco completo, que le guste a ella y a su público. La dinámica de La Mala en cada entrega de su material es distinta, otorgando a cada tema de una redondez poco escuchada en otros raperos, asumo que sus canciones son un boom en cada grabación, y es difícil poder decir que, sólo te gustaron tres temas de todos los demás. La sustancia mágica que la bruja bella vierte en sus rimas, es una fuerza que embiste contra todo límite.


Terroríficamente malvada, foto por Julio Bravo.
“Ya estoy metida en la industria, ya no sólo en el arte del Hip Hop. Se trata de vender arte.” Precisamente coincido con lo que dice la Mala María, lo que ella realiza es arte y lo va evolucionando. La sucia bailarina es un recurso al mero estilo literario, La Mala inventa un personaje que parece venir de su familia, una nieta futurista que expresa lo que vive su mundo. Las letras de María por medio de la bailarina se cargan de un contenido lírico,  poético y social. Un corazón que por fin dialoga con la razón para no sufrir más. Una filosofía en un ambiente que distingue a La Mala de los productos comerciales de Universal… se cristaliza en, si no vas a lamentar nada, ¡no pidas perdón! 

Así, la reina del rap en español conquista legiones de seguidores, la Mala María trasmuta su arte, puede mirársele en mil personificaciones, un efecto dionisíaco parece revestirle la piel, y la más mala de todas establece su reinado. 

La mala muy buena, foto por Julio Bravo.
         

martes, 25 de diciembre de 2012

Periodismo Cultural.

Javier Aranda Luna, foto por Julio Bravo.



Destinados a creer en la historia. 

por Julio Bravo. 

Aquello que vive feliz en la memoria, es lo que siempre vale la pena resguardar, recordarlo. Lo que quiebra la brevedad del instante y en solida forma termina conquistando un tiempo infinito. Pero también lo que no vale, es pertinente recordarlo. El despojo no sirve de nada, sin antes haber localizado su falta de valor. Lo inesperado tenemos que esperarlo, el tener los ojos abiertos, nunca es indicio estable de que estaremos ahí para presenciar el hecho que hará historia, a veces caminar con un delgado velo en el rostro, nos permitirá vislumbrar algo que no es visto por otros, causará su gran revelación.


La mesa y los participantes, foto por Julio Bravo.
Así, ha llegado como fatalidad o fortuna a mis manos un libro que despierta la causalidad, o debería afirmar seguramente, la justificación. Como llegara la providencia a las puertas de Jerusalén, llegó a mí el primer tomo de México: 200 años de periodismo cultural, las circunstancias ante esto, siempre aparecen misteriosas. Una generosa maquina del tiempo; un inmenso logro de la evolución es el libro. Partamos del azar: en la pasada feria del libro del zócalo, en el Tercer Coloquio Hispanoamericano de Periodismo Cultural del Zócalo se ofreció al público presente, el estado de salud del periodismo cultural en el país. Gracias a esto conseguí las dos memorias pasadas, que son las participaciones escritas de los ponentes, en las que formulan sus ideas y sus opiniones acerca del tema en cuestión.

La alegre labor de cada día, foto por Julio Bravo.
No pretendo asumirme como un fotoreportero, un periodista, un crítico. Lo que creo es que sólo soy un simple poeta que vive una larga sequía La realidad es que ahora mismo, me es difícil congregar las ideas, para generan un texto agradable y justo para los lectores. Confirmo que al terminar las lecturas de estos meses, he caído en la cuenta de que tengo muchas afinidades con algunos escritores y periodistas. Que al relatar sus experiencias, me he visto en similares situaciones, abogo por las mismas faltas de seriedad y de carencia de los que día con día buscan la nota cultural. 

Escuchando a la gente, foto por Julio Bravo.
Entremos en reflexión, si bien espacios y suplementos se reducen constantemente. Los periódicos fusionan secciones de cultura con secciones de espectáculos. Programas de radio como En Busca del Cuento Perdido con Sandra Lorenzano, transmitido por el IMER junto con la Universidad del Claustro de sor Juana cuenta con escasos veinticinco minutos de literatura que se transforman en un suspiro, en televisión Retomando a: con Javier Aranda Luna, donde predominan retransmisiones de programas culturales del pasado, en pos de reformular sus contenidos, con su única aparición sabatina de capítulos seriados, y por si fuera poco, transmitido diariamente por Foro tv a las dos quince de la madrugada, es de esperar que cada vez se aprecie menos interés en la labor artística entre la población. No es bueno, asumir el estigma de que este tipo de información no les llegue, no sepan cómo buscarla, o pasen por ella sin darse cuenta, no. Es porque, lo que nosotros generamos no es de interés suyo, nadie es culpable, pero sí podemos hacer algo al respecto. En ocasiones olvidamos lo más básico, que es, invertir actos en ganar la confianza del público, hacerles sentirse parte de lo que nosotros difundimos y disfrutamos. Ahora es cuando no deben existir limites, la imaginación debe ser puesta como primer obligación para construir un texto llamativo; en cualquier representación artística es necesario asumir que la imaginación debe de imperar, la astucia con inteligencia en todo contenido logrará que algo se convierta en historia. Contar una buena historia es importante para el escritor como para el lector, no es bueno subestimar a los demás, ni a sí mismo, se escribe para uno como se escribe para todos, siendo reales.  

                                                  Somos memoria, foto por Julio Bravo.

La estabilidad de la cultura depende de los comunicadores y los creadores, unir la fuerza de trabajo con el alma que es el público, para hacerles llegar la nota, el artículo, la reseña, la fotografía y todas esas cosas que sí esperan ver, ya sea impreso o por la red, lo significativo es estar ahí. Y qué más da, si somos de a pie, el hallazgo está claro y no se encuentra en un mundo cerrado, para encontrarlo basta con andar tras él, ser variables, buenos observadores es lo preciso. Como si se fuera un cazador de la cultura. La memoria se preserva cuando ha sido bien documentada. 
La importante opinión de los otros, foto por Julio Bravo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

La bomba sonica

Él es Hytec, foto por Julio Bravo.


La revolución del sonido. 

Por Julio Bravo.


Está ahí el instante, como una grabación que sintetizó el acontecimiento, y hoy… ha tomado la medición de los minutos. Todo se transformo en la revolución de las ondas sonoras, salpicando líneas a los ojos que nos manchan; pincel que nos ensuciará con delgados trazos de pintura. En los oídos se convocan truenos galácticos, algunos planetas circulan por la cara; generando distorsiones que estallan en el interior de nuestra cabeza. A veces creemos presenciar el renacimiento del cosmos.

Con más fuerza, foto por Julio Bravo.
La mañana se esparció en una nube de polvo, y aunque continuábamos caminando en su contra, parecía decisión del viento frenarnos para siempre. Todo esto es un fragmento de las vivencias de secundaria, por aquí, se podría comenzar a discernir entre la exageración y la mala nostalgia del recuerdo, con cercano parentesco en el mito, pero no. Existen circunstancias en la vida que se viven de manera muy, muy extraña. Aquel día el irse de pinta, parecía fatal, entonces la música actuó por su cuenta. Finalmente Roberto nos había convencido de ir a la casa de su tío  el solterón.

Ella es Copycat, foto por Julio Bravo.
No puedo hablar por los demás, ignoro cómo lo hayan tomado mis otros tres compañeros de salón, yo sin duda descubrí otro mundo en el mío. Para mi segundo año de secundaria, era sorprendente admirar que en mi país un hombre soltero viviera tan bien, como el tío de Roberto lo aparentaba, Era como si un ciudadano de Nueva York hubiera trasladado el departamento completo aquí en México. Su sala moderna y muy masculina, no le di gran interés, su recamara el único atractivo para nuestro grupito de adolescentes sin dinero. Y abracadabra el magnetismo del siglo XXI, que estaba por llegar nos atrajo a él. La PlayStation nos devoró por completo con Winning Eleven 4 elaborado por Konami, la verdad todo aquel que se enfrentaba a mí, terminaba derrotado, así que opté por dejarlos jugar sin que me odiaran por eso. La realidad es que yo quedé fascinado por el estilo del tío, me gustó su calzado deportivo, sus camisas y pantalones; las revistas y libros que se encontraban en su sitio, existía ahí, la huella de un hombre sofisticado que despuntaba en órdenes que desconocía. Fui tragado por la curiosidad del porta cd’s y quedé prendado. ¿Qué música era aquella, de rostros jamás vistos?, continúe revisando; nombres y caras como el bombardeo de Pearl Harbor por el hecho de encontrarme aún dormido, y lo sé los reyes del techno, del house, trance y progressive… Carl Cox, John Digweed, Paul Oakenfold, Green Velvet y los demás se me han olvidado, pronto acudí al minireproductor coloqué a Paul y bailamos toda la mañana fuera de clases, por la ventana ya entraba un claridad amarilla, que calentaba los corazones de la juventud verdaderamente extasiada.

Y la mujer representa, foto por Julio Bravo.
Así es cómo el pasado interviene con el futuro, siempre dependiendo del presente, la música electrónica sigue su curso, su acción mutante regenera el sonido. El Drum & Bass nos acecha con las mil fauces sónicas que tiene, Konami y el electro vuelven a aparecer en mi vida. El quinto aniversario de Konami Crew en el Salón Bach lo confirman. Éste colectivo audiovisual fundado en septiembre de 2007, aparece en la escena electrónica de México, trabajan desde el underground para ofrecer al público entre Dj’s y Vj’s, un trabajo en conjunto. Deseando crear, en una justa dimensión, un terreno donde el audio y lo visual mantenga al oyente posicionado en un fenómeno que configure la experiencia audiovisual en todos los sentidos. Considero que lo han logrado, en la medida en que las combinaciones de las imágenes, se deslizan igualmente con los sonidos, la provocación es inmediata y pocos son los que terminan sentados sin mover nada el cuerpo.

Él es Redeker, foto por Julio Bravo.
El Drum & Bass va ganado fuerza conforme la tecnología ofrece también más recursos para generar audio, las corrientes y subgéneros salen poco a poco. La revolución de la música es ahora, es siempre. 

Conexión audiovisual, foto por Julio Bravo.