jueves, 21 de junio de 2012

"Las alas nuevas de Alicia"


CON ALAS.
por Julio Bravo


Que curiosa relación; la del lugar, el tiempo y las palabras. ¿Cómo encaramarlas?, nadie lo sabe. Surgen igual a la llovizna; como ésa que va anunciando el aguacero. Y tan pronto, sin poder esconderse; se precipitan las gotas y terminan por mojarte. Sí, tal vez, de nuevo las palabras me han empapado. Lo único digno que puedo hacer es, dejar que siga lloviendo en mi terreno.

La metáfora es libertad: habilidad de vuelo, precisión. Y así con alas suaves continuo abarcando la literatura de mi tiempo y destiempo.

Otra noche de jueves, la cita cambia, aunque el lugar siempre acerca. El tiempo de sobra y la barriga llena. En el refugio de los pensadores, las puertas de la casa permanecen abiertas. Los infantes corren, saltan y juegan; tropiezan por el escenario: llenan de sueños los asientos inútiles y, para el que desea mirarles le sonríen, y ellos intuyen que son parte de un enorme teatro real. Vino blanco y tinto; descorchado con premura: impaciencia del sediento; ser de otro tiempo, el cual siempre opto por la sed como fe. Último retoque al espacio, una ofrenda por las palabras y por fin se presenta “Las alas nuevas de Alicia” novela escrita por Mónica Soto Icaza fundadora de Amarillo Editores. Hilvanado esto al antojo, sin regla. Conseguí apuntar lo que escribo, al tiempo que la presentación tomaba tono. Un libro dedicado a la abuela. Setenta copias hechas a mano, una emoción plasmada en los ojos, en la alegría de todos.

Mónica entre hombres, y así, el valiente numero uno: quebrador de silencios, su primera vez y el nerviosismo a tope. Con la hoja temblando Fernando de Anda consigue labrar frases que bien circulan la oreja. En la obra de Mónica
(su amiga) hay que sentirse arropado por la lectura; pues todo permanece abierto, esperando. Ya libres de ataduras, lo principal sería, extender las alas, dejarse llevar. La plasticidad proveerá forma, conociéndose el lector a través de la autora, en una cordialidad que invita a volar libre por las páginas.

Ya con la ventaja sobre el silencio incomodo, la confianza adquiere color. Todos junto con la escritora dialogan un respiro, el valiente numero dos. Eythel Aracil establecerá que la novela es un homenaje a la vida. Encuentra también que en Mónica se da, una nueva etapa literaria. Pero siempre manteniendo una constante: las relaciones amorosas. En pocas palabras, la historia de uno de los personajes, Alicia, se resume en la independencia personal y la postergación de una felicidad.

¿Parece a simple vista, reconocible un ávido lector?, quizá la vestimenta, quizá la postura de los brazos, quizá el caminar ¿quizá? La canción es una repetición de palabras y las dudas sólo retórica aprisionada. El tercero, el más valiente y posiblemente más culto. Edgar Krauss acalorado e incisivo. Comienza con afinaciones. La permanencia del humor. No puede alguien no pensar en Carroll; Alicia siempre es un remitente seguro. Y fuera de todo ello, ésta Alicia es distinta. Asume muchas lecturas “Las alas nuevas de Alicia”, una de ellas como fabula. Una dimensión fluida sobre el tiempo, para enfrentarse a un viaje interior. El libro de Mónica tiene una ex temporalidad, es igual un libro de referencias literarias. Un libro plagado de vínculos, enlaces de una amistad metafísica. Existe una tensión crítica, dialéctica a las costumbres e ideas de la familia. Plática imprescindible entre vejez y juventud.

Vestido verde, tacones negros, el pelo lacio suelto y una sonrisa alegre; escondida en la emoción, detrás de un llanto feliz. Mónica aprieta el micrófono y canta sus emociones. Conmovida afirma que, las primeras setenta copias corrieron por sus manos; doblando páginas todos los días, camino a casa, en cada esquina. Tan llena de hojas y letras. El trabajo era enfocar la idea de una vida dedicada a la libertad. Existen partes de la historia del libro, basadas en hechos reales. A raíz de los noventa años de su abuela llamada Alicia, fue desarrollando la semilla para escribir su nuevo libro. Un obsequio indiscutible para el ser amado y fraternal. Un año de anotaciones, correcciones, que acabaron otorgándole alas de interiores sueños. ¡Nunca hay que olvidar quienes somos!

Lo intimo es entregado a través de la emancipación, lo más rescatable de la presentación del libro de Mónica se basa en la extraordinaria condición de libertad, si ninguna duda, saber quienes somos y lo que deseamos ser, debería transformarse en consecuencia de todos los días. Atreverse a cambiar, tenemos que hacer nuestra la capacidad de evolución. Finalmente a qué hemos venido a la vida…






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