domingo, 22 de julio de 2012

La fantasía más real.

La presentación de "El tamaño del crimen", foto por Julio Bravo.

La sopa en la mosca.
por  Julio Bravo

La realidad es siempre superada por otra realidad, como cuando las gotas de lluvia que han mojado el asfalto, terminan ahogadas en un enorme charco. Nuestra realidad en ocasiones supera la ficción, pero es en la ficción donde la realidad se expone sin temor. Es expuesta para representarnos, la fantasía puede reencontrarnos, la imaginación nos da la esperanza de buscar el camino hacía cualquier libertad prolífica, y por qué no, pacificadora.

Después de todo, al igual que el hombre, el mundo de la ficción está hecho a imagen y semejanza del mundo real. Los personajes de la literatura, de los comics, de las películas; finalmente tienen con el ser humano un vinculo intrínseco. Algunas historias son tan idénticas con la realidad, que no sé sabe en que momento la ficción habla, y se disputan entre ellas.

Las adaptaciones como las secuelas de grandes obras de arte, nunca tienen la fortuna adherida. En ocasiones un intento por reconstruir algo del pasado puede ser una catástrofe, y, vivimos en una infinidad de ejemplos. Monstruos, vampiros, superhéroes, hadas, brujas, heroínas… todo buen personaje ó historia que haya dejado huella en la memoria colectiva de la vida, parece merecer la pena de hacerla renacer. Pero acaso, no deberíamos tomar en cuenta, que esto, debe ser bien cuestionado, reflexionar si en realidad vale la pena revivir y reforzar, lo que un día gozo de gloría. Lo que quiero decir es que, los refritos son parte de la historia humana, cuantas veces no hemos visto personajes de cualquier índole ser renovados y hasta reinventados. Ahora hace poco una serie norteamericana llamada “Once Upon a Time” retoma los personajes de los cuentos clásicos, para hacerlos llegar al supuesto mundo real, en una historia alterna. Todo tiene sentido  en la convicción eterna del hombre, en preservar aquello que considera valioso y suyo.
Bernardo Fernández, foto por Julio Bravo.






Verónica Murgía, foto por Julio Bravo.





























“El tamaño del crimen” de josé Luis Zárate es una de estás muestras de la reelaboración de una historia, adaptada a la realidad de otra. Si no entendí mal la obra de Zárate es un encargo de una editorial virtual española; su libro también virtual se establece en la colección llamada Bichos. En dicha colección se pretende que a través de la fantasía y de los personajes de cuentos clásicos, se retrate la realidad del hombre.

Así que el Palacio de  Bellas Artes en su sala Manuel M. Ponce. Nos ofrece la presentación del libro virtual de Zárate. Sus invitados nos indican lo siguiente: Verónica Mugía dice “jugar con la literatura para convertirla en otra. Zárate convierte lo lúdico en algo amenazante. Y en éste trabajo adapta mucho de la novela policiaca, para retorcer un cuento de niños. Es un libro subversivo y simpático, divertido y siniestro."

Entonces el camino de la reinterpretación comenzaba a tener sentido. Bernardo Fernández manifiesta “Zárate parece tener una capacidad casi indestructible de tomar los sitios comunes y, llevarlos aún más lejos. Toma el reino mágico, lo convierte en un organismo oligárquico. En una metáfora terrible cercana a la realidad nacional."

Alberto Chimal, foto por Julio Bravo.
José Luis Zárate, foto por Julio Bravo.




























Y ese camino virtual nos da la sensación de su gran tamaño. Alberto Chimal toma el micrófono “La adaptación de Zárate es una reinterpretación madura de lo que es el mundo de la fantasía. El acto de recrear las grandes historias de una manera adulta. Es nuestro Alan Moore (escritor británico de historietas, reconocido por sus trabajos como de Watchmen y V de Vendetta por mencionar algunos) mexicano. Utiliza los personajes con sus propios fines para acercárnoslos tal cuál. Para entender quienes somos como ciudadanos, nos trastocamos en esos personajes fantásticos. En ese sesgo literario, se da el realismo."

La voluntad del espejo, se hace cierta. Nos pretendemos reflejar en cualquier cosa pulida, quizá para entender que el hombre se confecciona a sí mismo; todos los días. Finalmente Zárate indica “Elegir cuentos infantiles para adaptarlos a la realidad de un país. Contarse esa mentira para seguir viviendo. Yo me preguntó cómo será el hombre en realidad, y es que nadie se considera un villano. Debemos buscar que hay en el otro como en una pintura."

Al terminar nos deja la idea de que bien estructurado el renacimiento de algo, su nuevo fruto puede contener algo mucho más rico y sustancioso. Zárate es un hombre llenó de ideas, llenó de sonrisas. También nos presenta que el libro inicia su destino  a lo virtual. “El tamaño del crimen” puede ser descargado desde la pagina www.sigueleyendo.com, con un precio de un Euro, unos aproximados 18 pesos mexicanos, y en cualquier formato está disponible.     

Zárate y las cámaras de canal 22, foto por Julio Bravo.



                                              

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