La autora, foto por Julio Bravo. |
Alter Ego.
por Julio Bravo
No encuentro el inicio para este
texto, ni mucho menos atisbo las palabras para comenzar. El silencio y la
oscuridad lo cubren todo y, me propongo que sean únicamente las manos; las que
asalten -tantas veces como les sea posible- al teclado. Intentando hurtar
letras que no contengan sentido.
Cuando me pareció haber visto,
por primera vez la invitación del libro, no le tome clara importancia; y digo clara, porque la realidad es que no la
mire con soberbia, mas bien, no supe indagar en ella. Después seguí navegando
por la red, anticipando la vaguedad asfixiante que en ocasiones me provoca.
Casi para abandonar el mundo virtual, apareció de nuevo…, di un clic derecho.
La dicha invitación me tomó por los ojos, y, estrellamos nuestras caras; fijamente
sumergidos, yo y ella, éramos ya una laguna esmeralda encuadrada en un pulcro
blanco. Mi atención rodó como un bodrio tropezando sobre cañadas y antes de acabar
estampado en una cascada por vestido, ¡puede ver realmente! Así mismo leí: “Hay en este conjunto una extraña poesía,
un tono de cuento de hadas que se torció.” El jueves 2 de agosto se presenta
el primer libro en forma de Iliana Vargas Joni
Munn y otras alteraciones del psicosoma en el Museo del Estanquillo.
Cuentista, foto por Julio Bravo. |
Para ese jueves todo estaba
pactado, y es ahí, donde realmente se vuelve todo impensable. Cuando el plan
estalla y se multiplica, porque es muy fácil que algo, de último momento
cambie. Mi cita estaba confirmada: nos veríamos en Bellas Artes a las seis de
la tarde, de un momento a otro el teléfono sonó con el timbre de mensaje; la
alteración comenzó sin muros reforzados de contención. Pero no, yo no estaba
dispuesto a cambiar mi rumbo, me dirigí a la presentación.
Tomando marcha el cielo gozaba de
azul y sol; sol azulado y campanas de viento. En el camino hacía el museo, me tropecé
con ecos lánguidos; mimos maquillados de inconformes, así que no preví
distracción. En la calle Madero la recta me daría opciones de vista, antes de
llegar a la esquina del museo otra manifestación; furiosas caras adolescentes; protesta con malestares de indigestión.
Poeta, foto Julio Bravo. |
Aquella voluntad involuntaria…
estiro mis brazos, me introdujo a la puerta del museo y subí el elevador. Ahí
estaba todo listo: la mesa preparada con los nombres, agua para la ocasión. Una
vista excepcional de los viejos edificios del Centro Histórico y mucho más. Las
alteraciones ejecutando su albedrío; me postraron en el primer asiento vacío,
solo y callado, si que la extrañaba. Su risa juguetona, sus labios brillando con
cualquier luz reflejada, iluminando los ojos de la pantera.
Narrador, foto Julio Bravo. |
Gente fotografiándose, murmullos
y abrazos. La autora del libro con la dedicación danzando en sus manos y la
hoja en blanco quieta. Aldo Alba: “Cada
uno de sus cuentos es una pesadilla; una imagen cinematográfica.” Sin darme
plena cuenta aquello comenzó, el viento continuaba su balada suave. Edgar Omar
Avilés: “Iliana es una tejedora de
sueños de pesadillas. Es un río sin cauce; una escritora maliciosa pero no
maligna. Escribir desde la mutación y lo onírico. La belleza y la maravilla.
Iliana una rareza dentro de la rara literatura fantástica mexicana.”Entonces
la simbiosis aclaro mi soñar profundo, de repente yo era pluma y cuaderno;
cámara y ojo; hombre y asiento y todo al mismo tiempo. Rodolfo JM: “Prejuicios y reproches, fantasía y
realidad. El uso de la poética da a la narración de Iliana esa rara belleza.”Fui
tragado por la enormidad de un día soleado y azul… papel picado azul
entrelazado, sólo el sol alocado y sí, campanitas sonoras acompasadas de
viento. Iliana Vargas: “Las influencias
vienen del cine, de la música; obviamente de la literatura, la pintura, etc.” La
literatura de la imaginación, parece que le han permitido a la autora transitar
los rumbos de la fantasía y el misterio.
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