No te va gustar, desde Uruguay para México, foto Julio Bravo. |
El río, la música y el cuervo.
por Julio Bravo.
¿Qué tan fácil es desentenderse de uno mismo?, con No te va gustar sucede, así, sin más toda su música te complementa y, desaparece tu individualidad, se goza con la misma intensidad del artista. En ese extraño surtido de emociones, conforme se alinea sensación y disfrute se logra un éxtasis compartido.
Emiliano Brancciari, voz y guitarra, foto Julio Bravo. |
En ese sábado nocturno del cuervo, nada hizo consigna de predisposición, la entrega de pasarlo bien es una decisión tan propia como justa. Siempre en un acto verdadero de querer, es decir que, todo concierto, espectáculo artístico, debe permitirnos renovar toda confianza de salud y alegría, restablecer esa fuerza de voluntad por el bienestar mutuo y social. La revolución es la música y el arte, de eso no existe duda. De esta manera la banda uruguaya consigue estremecer, hace bailar, reír y finalmente convoca el gusto por estar ahí, observando la manera en que desarrollan su talento.
Pablo Coniberti guitarra, foto Julio Bravo. |
Montevideo como un vientre formador, los años noventa y todo ese influjo del rock, dieron origen a No te va gustar. Ya en tres ocasiones he podido escucharlos, tres inigualables veces en que, el sentir se ha comportado tan distinto. La vez primera, el cuerpo lo sentía electrificado, cada palabra de las canciones parecía anotarlas precisamente, los sonidos se quedaban grabados al instante. Para la segunda ocasión disfrute más de mirarlos tan cerca, se presentaban, ellos, un tanto distintos, aunque de igual forma quede fascinado por su interpretación. Ésta última vez, la suerte de vivir una buena experiencia fue cumplida. Esa ejecución de los integrantes de No te va gustar es excelente, sus estilos muy bien definidos captan y resuenan.
Guzmán Silveira, bajo, foto Julio Bravo. |