viernes, 29 de junio de 2012

Ojos de PanterA: Reflexiones a tiempo.

Ojos de PanterA: Reflexiones a tiempo.: Yo soy leyenda. El escritor condena. por Julio Bravo en memoria de Carlos Fuentes. El escritor condena que, ¡no debería go...

Reflexiones a tiempo.

Yo soy leyenda.




El escritor condena.

por Julio Bravo

en memoria de Carlos Fuentes.

El escritor condena que, ¡no debería gobernarse desde la ignorancia! y, asimismo perdona que su libro y su nombre se desconozcan. Su calidad humana, su entrega para con la verdad; lo enternece y acepta con humildad que no por todos debería ser leído. Pero la realidad es otra, pretende castigar, ante el hecho del otro, la carencia de sinceridad. Lo palpable está, en que la comunicación cotidiana entre individuos, el uso de la mentira sea la conversación viable, el mito; la plena exageración, son síntomas de ese supuesto saber a certeza, y, genera como resultado un egocentrismo desmedido, una ligera pretensión para quedar bien; siendo así, la muestra fehaciente de una enmascarada inteligencia con abortos de superioridad. Se convierte en el vínculo que inserta la ignorancia en contra del conocimiento. El caso de Peña Nieto, en la FIL Guadalajara, demuestra el carácter del ignorante; ante el ridículo sucede el temor, el nerviosismo de semejar ineptitud. Estamos ante el reflejo de la mayoría. Pero esto debe ser erradicado y concebido…, sumamente reflexionado. Tengamos ubicado para siempre que lo más importante para una persona, y, de paso, para su país, es la obtención de un conocimiento vital, sin exageraciones es de “vida o muerte”. ¡¡Derecho a la educación!! Un grito que no debe vacilar en los adentros de nosotros, un alarido que debe ser, una obligación sana y ciudadana. Derecho humano necesario, total y tajante. Ahora bien, la concientización de nuestra propia ignorancia, tiene que ser reconocida.

La censura, los intereses de poder de los más altos; la constante manipulación de los masivos medios de comunicación, siempre, han gozado de un caminar sin obstáculos y seguro, debido a que la ignorancia nos impide distinguir los motivos reales con los que este tipo de gente vienen trabajando por centenares de años. La historia del mundo una y otra vez, nos ofrece el relato sórdido y cruel de aquellos que, en la impunidad han realizado las más grandes fechorías. Pero esto tiene un límite, es el momento propicio de despertar. Terminar con la repetición de accidentes, de sucesos desafortunados, que para lo único que sirven es para mermar y aniquilar las esperanzas de un pueblo, de una nación que se sumerge en el fango. Ejemplos de victoria ante el opresor, existen muchísimos; la emancipación del hombre no es un cuento épico del ayer. Es una realidad tangible y reconfortante. “Levántate y lucha” es el lema. No temas y triunfaras; qué más tendría que decirte, aquel que quiere contemplarte libre. Alégrate que hoy tengamos la palabra y el sueño. La revolución no es con armas, la revolución es de las ideas. El escritor Carlos Fuentes en las últimas entrevistas que dio, afirmo que ninguno de los candidatos a la presidencia de México merecía vencer. Por simples conclusiones, la verdad es que estos personajes caricaturescos, jamás han estado a la altura de poder siquiera, resolver los problemas presentes del país. Su calidad política decae por si sola… son marionetas burlescas, de un Estado corrompido, de una democracia muerta desde su gestación. El disfraz es muy grande para ellos, y ha terminado por quedarles grande. Quizá para este primero de julio, debamos mirar hacia atrás, cuestionarnos lo que nunca ha cambiado. Lo que merecemos por fuerza para el día de mañana. 

Pensemos, no en un vencedor que nos agrade, sino qué necesitamos :un presidente, un ciudadano, un vecino, un amigo; una novia, una abuela, un maestro; seres
sensatos que reconozcan fallas y logros, que estén dispuestos a superarse a sí mismos, sin trabas y contradicciones. Necesitamos un ser lleno de entusiasmo que sienta fatiga, pero que nunca diga me doy por vencido. Cuando el acto de humanidad madura nada es cosa superflua. Las decisiones se toman por sentado, con la cabeza fría. Desalojemos las pasiones, concienticemos con firmeza. Algo que jamás debe pasarse por alto es, el fanatismo. Cero idealización melosa. La cumbre no es tributo acaramelado. “Cambio” y “conciencia” no pueden convertirse en un dulce que engañe la necesidad de alimento. Sí, las luchas a favor de la desmilitarización, a favor de la marihuana, en contra del totalitarismo y el engaño, son casi perfectas. Por lo mismo hay que pactar estrategias, reforzar el ideal; con sumo respeto, con sosegada responsabilidad. No pretender afincarse en la arrogancia es tarea de cajón, que no gane el calor de la anhelada gloria. La victoria total es lejana mas nunca imposible. El territorio de hoy aparece fecundo para un cambio nítido, justo… real. Las agallas se tienen y los ojos están abiertos, lo primordial ahora es reconocernos, aún mayormente; es decir que, el mutuo reconocimiento, nos permita encontrar una conexión de géneros. Reconsiderando posturas, mejorar esquemas y estructuras, un examen solido de los alcances e ideas que pretendemos, nos dará consistencia en cualquier movimiento, manifestación y postura. Excelente será el día en que el combate se reparta como un indispensable bien común. Repito, no necesitamos vanagloria, aunque si orgullo. El gigante por fin ha sangrado y con eso basta, pronto tendrá derrame y, entonces, abatido caerá sin reparo. Continuar es obligación; “ideología soberana”. Abre tu mirada desmesuradamente, momento ya de desempolvar lo que los genios nos brindaron.

Para presentar una cama esplendida, hasta los cajones tienen que estar limpios. El cuerpo se lava de la cabeza a los pies; veras, con suavidad escurrirá la mugre. La mentalidad comienza en la parte alta de nuestro cuerpo, por eso y más, todo es motivo de reconsideración. Si tenemos la certeza de que existen fisuras en cualquier tratado y pensamiento; permanecer de brazados cruzados es ¡traición!, los errores y la vacilación, serán tomadas de inmediato por el impostor, y puede, sin duda, que estas derriben la verdad. Claridad como ejecución de toda reacción pensante, aceptémoslo así y obtendremos satisfactorios beneficios. El fin es el comienzo y viceversa… Uno de los primeros pasos ya avanza. Labor necesaria, seguir, repensarse; el fruto es revolución en las mentes. Hoy también conocemos lo que diariamente nos daña, contemplémoslo, para estrellarlo con una solución efectiva. Lo importante no es vencer, sino, vivir. Y vivir significa: prosperidad, armonía, bienestar, jubilo, tranquilidad, confusión, alboroto; entre riquezas y achaques, lo más valioso que tenemos es la imaginación, porque con ella hemos logrado llegar hasta aquí. “La unión hace la fuerza”, correcto. Lo más preocupante de un cambio sicológico-social en definitiva, radica en la soledad; nuestra intima soledad. Es fácil enfrentarse a algo revestido de apoyo empujado por la templanza del que figura con nosotros codo a codo, es sencillo fusilar con una escopeta. Lo difícil es enfrentar a un batallón con palabras. Para mi es preocupante la individualidad del ser, en la cuestión de que el verdadero cambio tiene y debe, anidarse en su interior, en cada uno de nosotros debemos querer el cambio, cavar profundo en la mente para que al final se conciba libre y real.

No solapemos la mediocridad de los hombres sin escrúpulos, si nuestra opinión cuenta y vale, escúpela a la cara del opresor. Toma la decisión de una vez por todas, decide redención.

jueves, 21 de junio de 2012

"Las alas nuevas de Alicia"


CON ALAS.
por Julio Bravo


Que curiosa relación; la del lugar, el tiempo y las palabras. ¿Cómo encaramarlas?, nadie lo sabe. Surgen igual a la llovizna; como ésa que va anunciando el aguacero. Y tan pronto, sin poder esconderse; se precipitan las gotas y terminan por mojarte. Sí, tal vez, de nuevo las palabras me han empapado. Lo único digno que puedo hacer es, dejar que siga lloviendo en mi terreno.

La metáfora es libertad: habilidad de vuelo, precisión. Y así con alas suaves continuo abarcando la literatura de mi tiempo y destiempo.

Otra noche de jueves, la cita cambia, aunque el lugar siempre acerca. El tiempo de sobra y la barriga llena. En el refugio de los pensadores, las puertas de la casa permanecen abiertas. Los infantes corren, saltan y juegan; tropiezan por el escenario: llenan de sueños los asientos inútiles y, para el que desea mirarles le sonríen, y ellos intuyen que son parte de un enorme teatro real. Vino blanco y tinto; descorchado con premura: impaciencia del sediento; ser de otro tiempo, el cual siempre opto por la sed como fe. Último retoque al espacio, una ofrenda por las palabras y por fin se presenta “Las alas nuevas de Alicia” novela escrita por Mónica Soto Icaza fundadora de Amarillo Editores. Hilvanado esto al antojo, sin regla. Conseguí apuntar lo que escribo, al tiempo que la presentación tomaba tono. Un libro dedicado a la abuela. Setenta copias hechas a mano, una emoción plasmada en los ojos, en la alegría de todos.

Mónica entre hombres, y así, el valiente numero uno: quebrador de silencios, su primera vez y el nerviosismo a tope. Con la hoja temblando Fernando de Anda consigue labrar frases que bien circulan la oreja. En la obra de Mónica
(su amiga) hay que sentirse arropado por la lectura; pues todo permanece abierto, esperando. Ya libres de ataduras, lo principal sería, extender las alas, dejarse llevar. La plasticidad proveerá forma, conociéndose el lector a través de la autora, en una cordialidad que invita a volar libre por las páginas.

Ya con la ventaja sobre el silencio incomodo, la confianza adquiere color. Todos junto con la escritora dialogan un respiro, el valiente numero dos. Eythel Aracil establecerá que la novela es un homenaje a la vida. Encuentra también que en Mónica se da, una nueva etapa literaria. Pero siempre manteniendo una constante: las relaciones amorosas. En pocas palabras, la historia de uno de los personajes, Alicia, se resume en la independencia personal y la postergación de una felicidad.

¿Parece a simple vista, reconocible un ávido lector?, quizá la vestimenta, quizá la postura de los brazos, quizá el caminar ¿quizá? La canción es una repetición de palabras y las dudas sólo retórica aprisionada. El tercero, el más valiente y posiblemente más culto. Edgar Krauss acalorado e incisivo. Comienza con afinaciones. La permanencia del humor. No puede alguien no pensar en Carroll; Alicia siempre es un remitente seguro. Y fuera de todo ello, ésta Alicia es distinta. Asume muchas lecturas “Las alas nuevas de Alicia”, una de ellas como fabula. Una dimensión fluida sobre el tiempo, para enfrentarse a un viaje interior. El libro de Mónica tiene una ex temporalidad, es igual un libro de referencias literarias. Un libro plagado de vínculos, enlaces de una amistad metafísica. Existe una tensión crítica, dialéctica a las costumbres e ideas de la familia. Plática imprescindible entre vejez y juventud.

Vestido verde, tacones negros, el pelo lacio suelto y una sonrisa alegre; escondida en la emoción, detrás de un llanto feliz. Mónica aprieta el micrófono y canta sus emociones. Conmovida afirma que, las primeras setenta copias corrieron por sus manos; doblando páginas todos los días, camino a casa, en cada esquina. Tan llena de hojas y letras. El trabajo era enfocar la idea de una vida dedicada a la libertad. Existen partes de la historia del libro, basadas en hechos reales. A raíz de los noventa años de su abuela llamada Alicia, fue desarrollando la semilla para escribir su nuevo libro. Un obsequio indiscutible para el ser amado y fraternal. Un año de anotaciones, correcciones, que acabaron otorgándole alas de interiores sueños. ¡Nunca hay que olvidar quienes somos!

Lo intimo es entregado a través de la emancipación, lo más rescatable de la presentación del libro de Mónica se basa en la extraordinaria condición de libertad, si ninguna duda, saber quienes somos y lo que deseamos ser, debería transformarse en consecuencia de todos los días. Atreverse a cambiar, tenemos que hacer nuestra la capacidad de evolución. Finalmente a qué hemos venido a la vida…






martes, 12 de junio de 2012

Reseña muy mía de Fuga en mí menor.

Sandra Lorenzano.
“MÚSICA Y SILENCIO”

por Julio Bravo.


“El diálogo con el tiempo.” Esta es una cita del libro de Sandra Lorenzano “Fuga en Mí menor”. Creo es así, considero que la vida de cada mujer y hombre, es un constante dialogar con nuestro tiempo; que ya se fue, que está, o que vendrá… Que si la obra está llena de silencios de tonalidades y repeticiones, sí. La obra que realiza Sandra es, sin dudas, un buen trabajo de encuentro con la labor artística y personal. El personaje parece invadido de recuerdos, de nostalgia, de pensamientos. Una gran oquedad de lo que en un tiempo fue. Entonces en el olvido y el nítido silencio, nosotros: acaso no seremos objetos caprichosos de un recuerdo mayor; un universo aferrado a conservar nuestra historia en gavetas que permanecen selladas. Para que algún día un ser la desempolve y cuente. “La vida era también la posibilidad de encontrar un cuerpo donde refugiarse”, esta otra cita del libro nos esclarece un poco más el panorama. La memoria del tiempo, nos ofrece un refugio para ser nosotros, para rememorarnos cada vez que olvidemos de dónde venimos y quienes somos.

Aunque una de las mayores preguntas filosóficas sea eso mismo ¿qué somos y a qué venimos? Quizá, a contemplar nuestra propia historia. Somos una especie repleta de nostalgia; necia y conservadora. Difícilmente nos deshacemos de las cosas, tal vez porque pensamos nos dan identidad, porque nutren la paupérrima alma de recuerdos. Entendemos que desarraigarnos del pasado, sólo nos difuminaría del futuro, de lo que fuimos y no seremos otra vez. Me da la impresión de un materialismo histórico intrínseco. Para el cual, no aceptamos convertirnos en sombra, sino; aventura, pasión. Aquello tangible y emocionante que dejo de existir. Es decir, que aparte de la memoria, necesitamos algo material que nos evoque con precisión el recuerdo.
























Para el personaje Leo, y, afirmo para muchos, los golpes y situaciones de la vida, dejan su huella indeleble. Ahora bien, otro factor que influye sobre nuestro propio ser es la familia y en la obra de Sandra sucede. Existe una cierta patología que nos ataca permanentemente, que sin querer nos da forma. Por ejemplo: en el caso de Leo, su padre siempre fue una sombra, un silencio, lo abandono desde pequeño. Hay una parte del libro donde se aprecia mejor lo que menciono: Cuando al hijo de Leo su madre le nombra Giulio, nombre del padre de Leo, aunque la abuela Nina se lo pone en español (Julio) Leo piensa que así su hijo no cargara tanto con la ausencia. Estos ejemplos son vestigios heredados por generaciones anteriores que, en el peor de los casos no favorecen a la nueva generación familiar. Por eso mismo Leo es un personaje extraño que decide emprender una fuga para desprenderse de su mundo, para crear otro distinto. 




“Y nuestra vida no es más que el relato que nos hacemos.” Para mí el libro trata de una gran invención en el vacío; construcciones de una vida que se desea tanto a sí misma. Para edificarse de fantasía; de cuentos para relatárselos al alma. Una historia rebuscando su más hondo misterio; las millones de maneras de cambiar nuestra historia. “La familia es el círculo de amigos que hemos elegido.”




  

Es un libro de suspiros de esperanza e ilusiones, que bien apoyadas se crean, se fracturan y toman nueva forma. Costumbre y tradiciones que en el mejor de los casos alivian aquello enturbiado. Por ejemplo: para Leo la pérdida del padre se poso sobre la madre y ella le brindo el amor, y lo más importante la imaginación. Sin olvidar que a pesar de la ausencia del padre éste mismo, le heredo la música, la poesía. Eso mismo deberíamos heredar a todas las personas del mundo.



Finalmente la obra de Sandra Lorenzano es más que una búsqueda y reencuentros mentales; es el interior olvidándose y quebrando el recuerdo para un nuevo renacimiento. Encontrar la inspiración perdida, reencontrarse. Todo esto si lo pensamos como una obra del abandono. Desistir, renunciar al propio yo. Tirar a la basura ese inventario de memorias y sentimientos que impiden nuestra evolución. “Estamos centrados en nosotros mismos y difícilmente logramos ir más lejos.” Yo diría que estamos atascados en el lodo de no cambiar para bien, si cambiamos el interior para bien, ofreceremos eso mismo para todos. “Componer para llegar al silencio.”



Tratamos de descifrar el misterio de nuestro existir. Creo que como dice Sandra “somos un diálogo con el silencio", su obra es una muestra de la evocación poética, un quehacer filosófico. Una novela así trasciende dejando un recuerdo en el mar de la conciencia.

Nota: La citas en negritas fueron tomadas del libro "Fuga en Mí menor".



Presentación del libro "Fuga en Mí menor" de Sandra Lorenzano.

Presentando "Fuga en Mí menor"

Noche de jueves”

por Julio Bravo.

Muy cerca de la respiración de los árboles, observas atento el movimiento; todo va y viene y algunas cosas apunto de estrellarse en tu cara. Aún hay luz y sólo espero, con la hoja en blanco, tratando de encontrar el ritmo: ese danzar de las palabras que no llega. Estoy cerca del sitio donde se presentará un libro. Hoy por la mañana, busque en Internet algún evento artístico. Me encontré con una nueva novela escrita por Sandra Lorenzano. Algunas veces había escuchado hablar sobre ella, sí, recuerdo haber sintonizado en la radio “En busca del cuento perdido” por Horizonte. Quizá sea eso lo que intentaré, indagar en su novela; ese cuento que existe detrás de la obra, por qué no contarlo, para contármelo a mí mismo.                    
       Bien es ya noche de jueves, son las siete y aquí me tienen. ¡Cuánta gente!, la zona de la presentación abarrotada. Y ahí están los presentadores y Sandra, se le ve muy contenta. La gente está sentada y serena, ¡Madre mía! ¡Cuánta cámara!, el escenario da la pinta de un set para televisión.  Vaya qué cosa más agradable, me encanta como fluye todo. Reconfortante es saber que aún es de suma importancia establecer una cita con la literatura. Lo Lamentable es ya no poder estar en primera fila, pero qué importa, lo que los ojos no ven las orejas sabrán escuchar. Encontré la joya, pregunté por el precio del libro y lo he comprado antes de saber de que se trata. No hace falta, la portada me ha cautivado, bueno, ya veremos lo que dicen sobre el libro.

En la sala de presentación un breve silencio…, todos tomando sus posturas y finalmente Sandra se levanta y da la bienvenida, agradece que estemos aquí acompañándola con su libro. Le concede la palabra a Julio Pátan, (que ella dice: conocer desde muy pequeño, por la vieja amistad con su padre de él; lo quiere mucho a Julio por carácter transitorio.) Comienza Julio a manifestar sus apuntes sobre el libro; comenta que la novela de Sandra, no es una novela en forma, porque juega con muchos matices y tesituras, porque es una novela de ausencia y patología, ya que tiene una carga del peso de la familia. Se convierte en una especie de biografía del personaje. Con las palabras finales de Julio irrumpen los aplausos. 
       Ahora Sandra nos presenta a una invitada especial, Hebel Rosell cantante argentina que parece no está muy bien de su voz, y que sin afectarle eso nos cantara. La canción toma presencia en un arrullo estremecedor con tintes de lamento. Una referencia atinada para la novela, “una canción de cuna convertida en marcha fúnebre”.                                          
       Llega la participación de Rafael Pérez un escritor y académico. Y al ponerle atención, no sé por qué, pero, me parece su opinión más atinada y certera. Menciona que la obra de Sandra tiene dualidad, ya que, se transita por el terreno de la música y el silencio, por el abandono y el amparo. Siendo así ésta, una exploración del misterio del lenguaje y la música. De nuevo aplausos y silencio.                                                                                                               
       Y una voz melodiosa quebrándose.                                                                                   
       La última participante Gabriela Warkentin va afirmando, Sandra logró con su libro exigir, exigir silencio; es decir que, ese silencio libere el alma del lector para que pueda fluir en libertad con lo escrito. Aplausos, silencio y una nueva canción.            
       Cerrando con broche de oro, la autora Sandra Lorenzano. Nos brinda su testimonio acerca de “Fuga en Mí menor”, se pone de pie para que todos podamos verla. Mi libro nace de una necesidad; un deseo por adentrarme en un silencio, en la soledad. Porque entiende ella que, las palabras de una soledad llegarán a otra. Sandra explica que la virtud de la literatura, es la de mirar hacia adentro y encontrar ese alguien, o quizá, para encontrarnos a nosotros mismos. Pues los rastros de la historia del mundo, están marcados en la piel de cada uno de nosotros. Sandra nos agradece por darle hogar a su obra, por sentirse tan querida…, tan apapachada (palabra que le gusta mucho del español de México.) La editorial y Sandra nos invitan a celebrar con un vino de honor.

Me marcho con un libro autografiado, no dudo que después de esta visita, pueda encontrar palabras. Voy a caminar con la respiración de la ciudad. Cuando termine de leer el libro de Sandra, yo mismo daré mi opinión de su libro.

Sandra explicando su obra.